Triste. Hoy me he levantado triste. Te lo he hecho saber y
tu reacción solo ha conseguido que me hunda un poco más, que me aleje un poco más. No entiendo tu cuasi-psicópata falta de empatia y ese afán por hacerte la
ofendida por mi estado de ánimo. Con lo fácil que hubiera sido un simple abrazo.
Y solo puedo pensar que si quedara una pizca de amor la calidez de tu abrazo
hubiera brotado solo. Sí, estoy triste. Un océano como el que antes nos unía
ahora nos separa. No te reconozco. Quizás tu a mi tampoco. Aun así
conscientemente utilizo tus “te quiero” como herramientas para provocar mi perversa
ceguera. Será necesario recorrer de nuevo el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario